En Cardiff dio el pase a Asensio para el 4-1 a la Juve y en Kiev lanzó el balón que Bale convirtió en el 2-1 con una chilena monumental. A estas dos temporadas para olvidar hay que sumar que el club entró en una grave crisis financiera que amenazó su continuidad ya que los elevadas fichas de los jugadores contratados para jugar en la Bundesliga fueron una losa y esta vez no pudieron recurrir a Heinz Weisener que había abandonado la presidencia un año antes.