Inicialmente, casi todos los equipos utilizaban pantalones de un color que contrastaba con el de la camiseta. No, no hablamos de la camiseta de la selección que lució en la final del Mundial de Sudáfrica frente a Holanda sino la que mostró cuando anotó el tanto del triunfo soñado, dedicada a su amigo Dani Jarque, fallecido en trágicas circunstancias un año antes. Es la voz visible de un fútbol modesto descontento con la Primera RFEF, el nuevo formato de categoría diseñada por Luis Rubiales que vino para hacer «profesional» el fútbol modesto, con play-off en sede única, y que se ha quedado por el camino.