Durante las 7 horas que dura el viaje dediqué mi tiempo a admirar los diferentes parajes y echar alguna que otra cabezada necesaria para recuperar parte del cansancio acumulado. El resultado es una boca sana y perfectamente cuidada sin necesidad de pasarse horas frente al espejo cepillándose. No, camiseta de ecuador no me he adherido a una secta satánica ni nada por el estilo.